martes, 21 de junio de 2022

Trucos para traducir proyectos pequeños, pero grandes

Imagina que recibes un proyecto con una cantidad enorme de palabras al 100%, bastantes high y low fuzzies y con un número relativamente pequeño de palabras nuevas que se han pretraducido mediante traducción automática. Te suena, ¿verdad? Actualmente son muy frecuentes estos proyectos en los que el esfuerzo de traducción no es muy grande, pero el número de palabras sí lo es. Por ejemplo, si tenemos un proyecto con 4000 palabras high fuzzy, 2000 palabras low fuzzy y 1000 palabras nuevas, aunque el promedio no sea muy alto (3000 palabras), el número total de palabras (7000 palabras) puede resultar intimidante.

Si estos proyectos no se abordan correctamente desde el principio, la traducción puede complicarse y alargarse, en particular cuando se trata de un proyecto nuevo y, al no conocer los criterios del cliente, tenemos que retroceder varias veces para aplicar criterios que al principio desconocíamos. Para agilizar la traducción y garantizar la máxima calidad, podemos seguir un simple proceso de tres fases:

1. Primera fase: high fuzzies
Vamos a comenzar por la parte teóricamente más sencilla del proyecto. Para ello, desactivamos la memoria de traducción automática y pretraducimos los archivos bajando al umbral de coincidencia al 95%. Al hacerlo, aparecerán pretraducidas todos los high fuzzies, que podremos consultar utilizando, por ejemplo, el filtro de coincidencias parciales. Esta parte de la traducción debería ser muy sencilla ya que en la mayoría de los segmentos solo habrá que recolocar las etiquetas, modificar las mayúsculas o, como mucho, cambiar una palabra. Esta es una manera excelente de tomar contacto con el proyecto, ver la terminología habitual y también evaluar lo antes posible la calidad de la memoria de traducción.

2. Segunda fase: low fuzzies
Llegados a este punto ya debemos tener una idea más clara de las características del proyecto así que, manteniendo desactivada la memoria de traducción automática, volvemos a pretraducir los archivos, pero esta vez bajando el umbral de coincidencia al 75%. Los segmentos que traduzcamos nos requerirán más esfuerzo que los de la fase anterior, así que es una oportunidad para comprobar si realmente hemos comprendido las particularidades del proyecto.

3. Tercera fase: MT
Ya solo quedan las palabras nuevas. Para traducirlas tenemos que activar la memoria de traducción automática. Dependiendo de la herramienta y los gustos personales, puede que sea más cómodo activar la memoria, pretraducir los archivos y luego desactivarla. Dado que al traducir los high y low fuzzies hemos ido aprendiendo la terminología, nos será más fácil ser coherentes y no dejarnos confundir por la terminología que nos proponga la traducción automática.

Bonus: cómo preparar la referencia
Aunque el proceso anterior está pensado para que la traducción gane en coherencia, a veces no será suficiente. Una manera muy fácil de ordenar la referencia es crear la siguiente estructura de carpetas y efectuar búsquedas con una herramienta que respete esta jerarquía (como Search & Replace), de manera que los resultados de mayor prioridad aparezcan en primer lugar.

1-Material suministrado por el cliente
En esta carpeta incluimos toda la referencia que nos haya enviado el cliente: glosarios, listas de términos no traducibles y guías de estilo, por ejemplo.

2-Pretraducción
En esta carpeta colocaremos una extracción de los segmentos 100% del proyecto. Si bien este texto no es tan relevante la referencia indicada explícitamente por el cliente, nuestra traducción tendrá que encajar en él, así que es muy útil.

3-Memoria de traducción
Aquí colocamos finalmente una exportación de la memoria de traducción. Este es el nivel más bajo de la referencia, pero dado que es un material que nos ha enviado el cliente, también puede ser muy útil.

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